domingo, 13 de enero de 2013

Autorretrato

El autorretrato es un género muy particular sobre todo para un fotógrafo. El que siempre ha estado detrás de la cámara ahora se situa delante del objetivo. Para mí el autorretrato es una posibilidad de expresarse y de auto-estudiarse. Es un trabajo muy personal, casi íntimo y creo que el fotógrafo tiene que quedarse a solas con la cámara y consigo mismo para crear un autorretrato sincero y auténtico.

Sin más comentarios dejo aquí este autorretrato que he realizado para mi clase de fotografía.


El Retrato. Philippe Halsman

Un buen retraro, no es solo una luz bien puesta y un fondo bien elegido. También es importante el trabajo del modelo y la idea que queremos expresar.
Quiero publicar aquí estas fotografías de Philippe Halsman, un gran maestro de retrato fotográfico, para que nos sirvan de inspiración para nuestros futuros trabajos.








Introducción al retrato

El retrato, por mi gusto, el uno de los temas más interesenantes en el arte y, claro está, en la fotografía. En este artículo vamos a hacer una pequeña introducción al retrato.

Elegir la luz.

La luz que elegimos para trabajar con el retrato puede cambiar el aspecto de la persona. Dejar una parte del rostro en la sombra le añadirá dramatismo, al contrario mucha luz puede borrar casi todos los rasgos de la cara. Conviene hacer pruebas con diferentes focos de luz, situándolos de distintas maneras respecto al modelo. 

Las maneras de iluminar más básicas son las siguientes:
- Completamente lateral (una parte de la cara se queda en la sombra)
- Tres cuartos (el foco de luz está de lado, pero ilumina toda la cara dejando sombras bonitas que describen bien los rasgos de la persona)
- Luz frontal (el foco de luz se situa justo delante del modelo, es el tipo de luz que se utiliza para las fotos del tipo "carnet" y no nos interesa mucho para la fotografía artística).

Existen otros variantes menos comunes de iluminación, como por ejemplo la contraluz (el foco de luz se situa detrás del modelo). Jugando con la luz podemos conseguir efectos interesantes.












Para este retrato de Laura he utilizado varios focos de luz. He conseguido así, iluminar bien su cara y también el fondo. Sin embargo, varios focos de luz producen varias sombras, hay que tenerlo en cuenta. En este caso me parece que las sombras en la pared crean un efecto interesante.


Trabajar con el modelo.

La correcta iluminación no es el mayor problema con el que nos encontramos a la hora de hacer un retrato. Lo más complicado sule ser trabajar con el propio modelo. Si contamos con un modelo profesional, no hay problema, pero la gente que no está acostumbrada a ser retratada suele ponerse nerviosa delante de la cámara. Cuenta nuestra profesora que antes, cuando se usaban las cámaras alanalógicas, para hacer un retrato la primera media hora se trabajaba sin carrete. Es decir, el fotógrafo fingía hacer fotos, esperando que el retratado se relajase. Porque las primeras fotos siempre salían mal, entonces ¿para qué gastar un carrete? 
Ahora no tenemos este problema, las fotos digitales se hacen y se borran, pero de todas maneras tenemos que pensar en cómo conseguir que el modelo se sienta bien. Es importante crear un ambiente relajado, asegurarnos de que el modelo está cómodo y nada le está molestando.
He tenido la suerte de tener a mi hermano Ivan como modelo para este retrato. Ivan ya está acostumbrado a  ser retratado, porque a toda nuestra familia nos gusta la fotografía, así que no le costó nada relajarse delante de la cámara e incluso empezar a poner caras graciosas. 


Con todos los temas y generos y también con el retrato, tenemos que atrevernos a experimentar, probar técnicas nuevas y realizar nuestras ideas. Y los resultados no tardarán en llegar. 
¿Estás todavía aquí, mi querido lector? ¡Adelante! ¡A hacer fotos!


Profundidad de campo. Enfocamos planos diferentes

El término "profundidad de campo" suena muy complicado y puede asustar a cualquier principiante. ¿Qué es este campo y por qué tiene profundidad? En realidad es bastante facil. Hablamos de la profundidad de campo cuando en una fotografía uno de los planos está más enfocado que los demás.

Y si te preguntas, mi querido lector, qué quiere decir enfocado, la respuesta también es muy fácil. Enfocado quiere decir nítido, bien definido. Si una persona con problemas de vista se quita las gafas, lo verá todo borroso. En fotografía lo llamamos desenfocado. En un principio el objeto que estamos fotografiando tiene que salir bien enfocado, aunque también se pueden conseguir efectos interesantes desenfocando a proposito.

La mayoría de las cámaras tienen el llamado enfoque automático. Es decir, la cámara elige cual es el objeto principal (suele ser el que está en el medio) y lo enfoca bien. Para decidir nosotros qué plano queremos ver nítido y definido tenemos que aprender a usar el enfoque manual.

Hasta ahora he conocido dos maneras de enfocar manualmente. La cámara compacta FUTJIFILM Finepix z700exp tiene un modo de disparo especial llamado "Touch and shoot" que consiste en lo siguiente: en la pantalla táctil elegimos el objeto que queremos enfocar, pulsamos sobre él y la cámara realiza un disparo enfocando el objeto elegido. Este sistema podría ser útil, pero no sé hasta qué punto podemos ser precisos. Si hace falta enfocar un objeto pequeño el asunto se complica.

En la mayoría de las cámaras el enfoque se hace según una escala de metros. Se nos ofrece una escala en la que tenemos que elegir la distancia a la que se encuentra el objeto que queremos enfocar. Así pues, si tenemos a una persona que está a un metro de nosotros, indicamos 1m en la escala, y veremos a la persona bien enfocada y el fondo borroso. De mismo modo que para enfocar el edificio que esta persona tiene detrás, digamos, a 5 metros de la cámara, elegimos 5m en la escala y veremos enfocado el edificio y borrosa a la persona.

Un consejo muy útil: trabajando con una cámara digital, no te fies de la pantalla, mi querido lector. Las pantallas suelen ser muy pequeñas y parece que toda la imagen está bien enfocada. Conviene agrandar la imagen para asegurarse de que el enfoque es correcto.

para aprender a enfocar distintos planos hemos hecho el siguiente ejercicio:
Colocar tres objetos a diferente distancia de la cámara. Enfocar el primer término, el segundo y el tercero.

He aquí el resultado que he obtenido:



Importante: cuando dejamos el diafragma más cerrado, la diferencia del enfoque entre varios planos deja de ser tan evidente.


sábado, 12 de enero de 2013

El obturador. Jugando con la luz

Jugando con diferentes velocidades del obturador podemos conseguir efectos interesantes. Fotografiar objetos iluminados (velas, farolas, luces de los coches) puede ser un ejercicio muy curioso.

Para esta foto he elegido una velocidad del obturador muy elevada. Como se ve, he conseguido captar incluso la llama azul de la vela a punto de apagarse. Además, he puesto la cámara en un trípode para evitar cualquier movimiento.


Para estos dos disparos he hecho todo lo contrario. He elegido una velocidad del obturador muy lenta. He apretado el disparador, y mientras estaba el obturador abierto he movido la cámara en este caso de arriba abajo:


Para esta foto he movido la camara dibujando rizos en el aire:


Las farolas que he fotografiado no se han movido, lógicamente, pero al moverse la cámara se ha conseguido este efecto de movimiento tan curioso.

Sugerencia para mi querido lector: espera que se haga de noche e intenta sacar fotos de una carretera llena de coches. Con una velocidad de obturador lenta las luces de los coches se convertirán en todo un río de colores. Moviendo la cámara podrás dibujar con esta luz y crear fotografías prácticamente abstractas, como las que te muestro aquí. 

El obturador. Cómo captar el movimiento

El objetivo del siguiente ejercicio es descubrir cómo afecta la velocidad del obturador a la imagen final.

Como hemos visto en el artículo anterior, la velocidad del obturador es un aspecto importante a la hora de realizar una fotografía. Veamos cómo afecta realmente la velocidad del obturador a la imagen final.

A todos nos ha pasado alguna vez: queremos sacar una foto de un objeto que está en movimiento (un animal, un pájaro, un coche etc...) pero no sale bien definido, decimos que ha salido movido. Esto significa, que hemos dejado el obturador abierto durante un tiempo demasiado largo. El objeto se iba moviedno y consigió quedarse plasmado en la película varias veces.
A veces este efecto puede ser iteresante (como en esta imagen que hemos prestado aquí), pero si nuestro objetivo es "congelar" el movimiento, conseguir que  el objeto aparezca bien definido, tenemos que trabajar con una velicodad de obturación más rápida.

La velocidad del obturador se indica con segundos y partes del segundo. Por ejempo, 1 segundo, es una velocidad bastante lenta. 1/2 s (mitad del segundo) es más rápido que un segundo entero, pero todavía muy lento. 1/60 s (un sesentavo de segundo) es una velocidad normal para sacar fotos sin trípode. Y si elegimos 1/1000 s (un milavo de segundo) o 1/4000 s, son velocidades muy elevadas que permiten congelar el movimiento.  

Muchas cámaras ofrecen también la posibilidad de elegir "manualmente" la velocidad del obturador. Es decir, las cortinitas del obturador se quedarán abiertas todo el tiempo que nosotros tengamos el disparador pulsado.

Para entender qué efectos se consiguen gracias a diferentes velocidades del obturador, hemos hecho el siguiente ejercicio:

Captar el movimiento del agua. 
Hacer varias fotografías de agua en movimiento. Perimero con un tiempo de exposición más largo, después, a una velocidad media, y, finalmente conseguir congelar el movimiento (obturador rápido).

He aquí los resultados que he obtenido.

El movito que he elegido es una fuente con agua cayendo. El primer disparo tiene las siguientes características: Diafragma - f8, obturador - 1/40 s. Un cuarentavo de segundo no es uan velocidad muy rápida. Por eso vemos que el agua no queda bien definida, está más bien borrosa.


La siguiente foto es del mismo motivo, pero está hecha a una mayor velocidad - 1/500 s. Vemos que algunas gotas del agua quedaron bien definidas, hemos congelado su movimiento.


En este disparo con las mismas características, muchas zonas se ven bien definidas, también. 


Esta última foto no está bien expuesta, la pongo como un ejemplo para ver el problema con el que me encontré. Resulta, que para congelar el movimiento del agua elegí una velocidad del obturador muy elevada - 1/1250 s. Vemos que prácticamente todas las gotitas del agua quedaron bien definidas, pero al ser tan rápida la velocidad del obturador, no pudo entrar suficiente luz y la imagen quedó demasiado oscura, subexpuesta. 



Para evitar este error en el futuro, he de fijarme en la apertura del diafragma que estoy eligiendo. Ya sabemos la formula: para una velocidad tan elevada del obturador - una apertura del diafragma bien grande.



Obturador + diafragma = dos conceptos básicos de la fotografía

Los conceptos más básicos y más necesarios a la hora de hablar de la fotografía profesional son la apertura del diafragma y la velocidad del obturador. Para entender estos conceptos tenemos que hablar primero de cómo funciona nuestra cámara.

La cámara fotografica en su esencia es una caja oscura completamente cerrada. Dentro de esta caja está situado un esoporte fotosensible (anteriormente película, ahora - sensores digitales). Para realizar una foto, tenemos que permitir que la luz entre dentro de la caja y afecte al soporte fotosensible. Para eso existe el objetivo. Destapándolo, dejamos entrar la luz, y la imagen queda dibujada en la película (la palabra "fotografía" de hecho, significa "dibujar con luz").

Dependiendo de la cantidad de luz que dejamos entrar, nuestra imágen quedará más o menos luminosa. ¿Pero cómo controlamos la cantidad de luz que entra?

Miremos este esquema, para descubrir cuáles son las partes más importantes de una cámara. En número 1 es la lente del objetivo. A través de esta lente entrará la luz. El número dos es el diafragma, una especie de pétalos que juntandose o separandose dejan una apertura más o menos estrecha, para regular la cantidad de luz que entra por el objetivo. Y el 3 es el obturador, unas cortinitas que mantienen la película bien tapada y sólo se abren en el momento de sacar la foto, dejando que la luz afecte a la película. Cuanto más tiempo quedan abiertas las cortinitas, más luz recibirá la película.

Resulta, pues, que tenemos dos aspectos que nos permiten regular la luz que recibirá la película (o el sensor digital, si nuestra cámara no es analógica):
- La apertura del diafragma.
- La velocidad del obturador.

Si dejamos el diafragma muy abierto podrá entrar una gran cantidad de luz. Si la apertura es pequeña - esntrará poca luz.
De mismo modo que dejando el obturador abierto durante mucho rato, permitiremos que la luz afecte mucho a la película. Si elegimos una velocidad muy rápida, la luz afectará poco al soporte.

¿Pero cómo la cantidad de luz afecta a la imagen final?



Pongamos como ejemplo esta maravillosa imagen que hemos prestado en internet. Las tres fotografías representan el mismo objeto. ¿Pero qué diferencia hay? La primera imagen parece muy oscura, le falta luz. La última, al contrario, parece tener luz de exceso, tanto que se han comido algunos colores y contornos. Sin embargo en la imagen del medio podemos ver bien el objeto, con todos sus colores y detalles. Aquí no sobra luz, ni tampoco falta. Esto es lo que llamamos una correcta exposición.

Decimos "exposición", porque para hacer una fotografía "exponemos" la película fotografica a la luz. Así, pues, la primera imagen, con falta de luz, se lle llama "subexpuesta", y la última, con demasiada luz - "sobreexpuesta".

¿Como conseguir una imagen bien expuesta?  

Como ya hemos visto, antes de hacer una foto, tenemos que pensar qué velocidad del obturador y qué apertura del diafragma elegir. Para entender cómo relacionar estos dos conceptos, utilicemos el ejemplo del vaso de agua que he encontrado en varios libros de fotografía. Me parece que explica muy bien el asunto.

Imaginemos que tenemos un vaso vacio que queremos llenar de agua. También tenemos un grifo del que el agua va a salir. Tenemos dos maneras de conseguir nuestro objetivo: podemos abrir mucho el grifo, para que salga un potente chorro de agua. Así tendremos que esperar muy poco, en seguida el vaso estará lleno.
Pero tenemos que estar atentos, porque si esperamos demasiado tiempo, el vaso se desbordará.
Otro variante es abrir el grifo un poquito, dejando que salga un finito hilo de agua. Ya no tendremos miedo de que el vaso se desborde, pero habrá que esperar más tiempo hasta que se llene.

Lo mismo pasa con el diafragma y el obturador. Abriendo mucho el diafrgama dejamos que entre una gran cantidad de luz. El tiempo de exposición, entonces, tiene que ser corto, para que nuestra imagen no quede sobreexpuesta. Y al contrario: cerrando mucho el diafragma, tenemos que esperar más tiempo, para que la poca cantidad de luz que entra afecte a la película.

Resumiendo más aún, llegamos a esta formula:


Mayor apertura del diafragma - menor tiempo de exposición.
Menor apertura de diafragma - mayor tiempo de exposición.

Es decir:


Al diafragma abierto - obturador rápido
Al diafragma cerrado - obturador lento